Diez mil años atrás, durante el reinado de la Reina Azshara, existía una élite de practicantes de magia conocida como los Highborne que eran elfos elegidos por Azshara para desentrañar los secretos de la magia y poder arcano que se ocultaban en el Pozo de la Eternidad.

Los Naga son siniestros humanoides ofidios que moran bajo el océano. Su cultura es mística y muy antigua, por diez mil años ellos fueron Kaldorei: elfos nocturnos. Los elfos altonatos gozaron de gran poder y comodidad antes de la trágica Guerra de los Ancestros. Durante dicha guerra, los altonato abusaron de la magia arcana logrando traer demonios al mundo, esta acción condujo a la guerra de los ancestros en la cuál los elfos nocturnos, pagando un alto costo, hicieron retroceder a la Legión Ardiente. El abuso de poder arcano trajo la destrucción del mundo: con la explosión del Pozo de la Eternidad, la ciudad capital de los altonato se hundió en lo profundo del mar, se sobrevino un cataclismo de proporciones gigantescas que cubrió de agua gran parte del gran continente; la misma fuerza dispersó a muchos altonato arrojándolos muy dentro del océano. A pesar de que muchos murieron, la Reina Azshara hizo un pacto con los Antiguos Dioses para que la transformaran a ella y a sus seguidores supervivientes en los llamados Naga. Muchos altonato se unieron a su ciudad en el océano donde hubieran perecido ahogados de no ser por su nueva transformación, obtuvieron nuevas formas y nuevos poderes. Incluso la misma Azshara llena de odio y rabia adquirió una forma monstruosa, reflejando la corrupción y maldar que se ocultaba desde siempre dentro de ella.

Por diez mil años, estos elfos abisales habitaron un oscuro y poderoso imperio. Pagodas y balcones alzándose eran ahora la ciudad, tenues luces dibujando la sombra de la ciudad que un día fue, figuras caminantes entre sus caminos y pasillos, sus razgos élficos eran ahora difíciles de distinguir.

Cuando los Naga adquirieron su nueva forma decidieron hacer una nueva vida en las profundidades del océano, dentro de las abisales aguas de La Vorágine, de esta forma edificaron su nueva ciudad, Nazjatar.

Y ahí, en las profundidades de los océanos durante diez mil años, los Naga trazaron su venganza contra los elfos de la noche, muchos aún siguen ahí. No obstante un grupo liderado por Lady Vashj acudieron al llamado de Illidan para asistirno en su misión de destruir El Trono de Hielo.